El mundo de la gastronomía es un mundo en constante renovación. Los mejores restaurantes del planeta pugnan entre sí por permanecer a la vanguardia. Sin embargo, pocos logran conseguirlo. En los últimos tiempos, el nitrógeno líquido ha quedado atrás y va dejando paso a la irrupción de la impresión en 3D.
Esta es una técnica que no solo revoluciona la cocina, sino que empieza a tener su presencia en la construcción de edificios o en la sanidad. Se trata de una tecnología con múltiples aplicaciones que tan solo se están empezando a descubrir.
En temas de innovación gastronómica, las aplicaciones para restaurantes están cogiendo terreno al sector hostelero más tradicional.
Al igual que puede ocurrir en otros sectores, en hostelería, los clientes buscan novedades, diferenciación y comodidad. Por eso, los chefs cada día buscan materias primas nuevas con las que puedan trabajar de forma diferente sus platos. La impresión 3D en gastronomía ofrece ese punto de innovación.
A continuación vas a descubrir cómo revolucionará la impresión 3D los restaurantes.
¿Qué son las impresoras 3D de comida?
Antes de ver cómo afecta a los restaurantes, conviene que conozcamos cómo funciona esta tipo de tecnología. Esta novedosa técnica parece salida de un capítulo de la afamada serie Star Treck. En esta serie contaban con replicadores de alimentos, los cuales, con tan solo decir el nombre del plato buscado, creaban de la nada la comida, plato y cubiertos incluidos.
Sin embargo, la tecnología aún está lejos de lograr tales resultados, que literalmente pondrían fin al hambre en todo el planeta.
La impresión 3D es capaz de recrear piezas volumétricas de un diseño que se ha realizado en ordenador.
Hasta hace poco, tan solo se podían imprimir pequeños snacks, pero ahora podemos imprimir una pizza entera y se pueden crear suculentos y originales platos para degustar con infinidad de formas en los alimentos.
Aquí es cuando surge la pregunta: ¿cómo lo hacen?
¿Cómo logran imprimir los alimentos?
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Una impresora 3D corriente añade capas de material de manera sucesiva hasta reproducir fielmente el diseño. Otra manera es la de unir capas mediante un adhesivo, pero las que imprimen alimentos son más complejas.
Al fin y al cabo, reproducir un alimento no es lo mismo que hacer lo mismo con una figura de nuestro superhéroe favorito.
Algunos modelos cuentan con cartuchos similares a los de una impresora tradicional. La diferencia fundamental es que estos están rellenos de un ingrediente concreto, no de tinta, salvo que busquemos alguna receta en la que sea necesaria la tinta de calamar, claro.
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El usuario puede seleccionar la receta que busca, colocar las cápsulas con los ingredientes y la máquina comenzará el proceso. Este se lleva a cabo disponiendo finas capas hasta terminar con el plato que buscábamos.
Sin embargo, aún no logran cocinar los alimentos, pero es un pequeño detalle en el que se está trabajando y, cuando sea resuelto, puede que ya estemos a un paso de vivir en la legendaria Enterprise.
¿Qué impacto tiene la impresión 3D en los restaurantes?
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Si algo trae la impresión 3D de alimentos es posibilidades, por lo que la cocina creativa cuenta con un nuevo y gran aliado. Nuevas formas y texturas están al alcance con esta tecnología. Es de sobra conocido que la comida entra por los ojos, y con esta tecnología ya es posible lograr intrincadas formas geométricas que llamen la atención de posibles comensales.
Flores complejas, espirales o formas orgánicas realizadas con ingredientes inesperados son solo unos ejemplos. Mismamente, una de las primeras impresiones realizadas fueron figuras de chocolate, las cuales conformaban en altura varias formas geométricas. Algo así es casi imposible de imitar a mano.
Un claro ejemplo de una técnica culinaria que se verá reforzada es el llamado trampantojo. Con ella se trata de imitar una forma o textura pero crearla con ingredientes distintos a los esperados. Con una impresora 3D solo hay que buscar los ingredientes, el diseño y presionar el botón que da inicio al proceso de impresión.
De esta manera, sorprender a los comensales será más simple que nunca.
Además, contribuye enormemente a fomentar la alimentación sana. En el campo de la comida vegana, un grave problema es el de la frescura y caducidad de los alimentos. Muchos se han visto en la tesitura de congelar sus platos hasta poder ofrecerlos. Sin embargo, al poder encapsular los ingredientes para luego imprimir con ellos el plato, ya no hay necesidad alguna de congelar nada.
Quizás uno de los inconvenientes que muchos empiezan a ver es, precisamente, la necesidad de triturar los alimentos. Sin embargo, la evolución de la tecnología terminará por limar estas problemáticas y, además, el sabor, que sería el mayor afectado, no debería resentirse tanto en la mayoría de los casos.
Por último, la impresión 3D da la posibilidad de jugar con las diferentes capas de ingredientes. Algunos modelos de impresoras ya ofrecen la posibilidad de personalizar dulces de chocolate. Cada capa puede tener un sabor o textura distinta y el límite lo pone el usuario.
De esta manera, la cocina va a ganar un alto grado de personalización, algo que, sin duda, será un potente reclamo para los clientes.
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Food Ink, ejemplo de uso de la impresión 3D
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Si bien aún no hay ejemplos a nivel español, sí que los hay en el plano internacional. Este es el caso del restaurante itinerante Food Ink, el cual se dejó caer en Lleida hace un tiempo en su recorrido por el globo. Este proyecto busca dar a conocer cómo funciona la impresión de alimentos y sus potenciales beneficios.
Fue fundado en Londres por chefs experimentados. Sus platos destacan por unos intrincados diseños geométricos que, en alguna ocasión, parecen auténticos circuitos de ordenador comestibles.
Las texturas y los colores imposibles están a la orden del día en este auto proclamado primer restaurante de impresión 3D del mundo, cuya vocación es convertirse en un franquicia global.
La impresión de alimentos, el futuro de la alta cocina
Dicen que la ciencia ficción es capaz de predecir el futuro y puede que vuelva a hacerlo. La impresión 3D está a las puertas de lograr una auténtica revolución en diferentes campos, y ya has visto que uno de ellos es la cocina.
Platos con estructuras complejas, de diseños geométricos u orgánicos y con sabores que no esperarías están por llegar. Además, está técnica funciona de manera sencilla y solo requiere de unos pocos ingredientes triturados para empezar a funcionar.
3 ejemplos de proyectos de hosteleria que utilizan la impresión 3D
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#The Sugar Labs:
estudio de diseño radicado en Los Ángeles que ofrece postres con formas imposibles de hacer a mano, sus trabajos se realizan a base de agua y azúcar endurecido y están orientados al segmento de comida de lujo. Incluso elaboran sus comestibles dando forma a las peticiones concretas de sus clientes.Todo un capricho.
#Foodini:
proyecto español de Natural Machines para crear una impresora 3D de comida, que utilizando ingredientes y comidas tradicionales convertidos en pasta produce elementos comestibles de formas diversas y creativas.
#Modern Meadows:
de nuevo en EEUU, confeccionarán hamburguesas utilizando tejido cultivado. Le añaden diversos nutrientes y tenemos un sabroso filete de carne picada obtenido sin haber sacrificado a ningún animal.
Junto a esto, la tecnología 3D permitirá a los restaurantes una personalización de los menús nunca antes vista. Quizás en un futuro no muy cercano ya exista la primera franquicia de comida impresa en 3D.
¿Qué opinas sobre este tipo de innovación en la cocina?
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